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      Cuentan que todos buscamos razones para aprender a vivir, para mejorar nuestras vidas.La búsqueda de la felicidad es una fuerza que nos persigue hasta la muerte.La felicidad no es la meta . sino el camino.
       Recorre tu camino con alegría,con fuerza y sobre todo, interiormente, sin alharacas.
       Para empezar a normalizarse y equilibrarse, nada mejor que al levantarse, al iniciar el día, tómate unos minutos de meditación, de reflexión, puede ser de forma abstracta, de terapias oídas o leídas, o inventadas y conceptos , siempre abierto a lo que se diga o se publique. Lee pero no te coloques en una postura intransigente.
        Yo desde hace mucho tiempo, tal vez debería retrotraerme a la adolescencia, creo recordar que me  inicie en lo  que voy a   decir , cuando terminaba mis estudios de 4º de Bachillerato y su reválida, tenia 14 años, leía un pasaje a ser posible de algún libro que me hiciera pensar. Después me centré en la Biblia, el libro que contiene casi todo lo que la humanidad realiza a través del tiempo.
       Recomiendo la lectura de este libro para todo tipo de personas.Y aquí incluyo: creyentes, y agnósticos, ateos o deístas, grandes y pequeños, ilustrados o analfabetos, gordos o flacos, mujeres u hombres, listos y tontos, obreros  y jefes, religiosos y arreligiosos,  higiénicos y sucios, enfermos y sanos...

       Todo lo fundamental para aprender a vivir está  ahí.
       Al inicio de la jornada merece la pena, lee la biblia.