ARTICULO LITERARIO

                         
                                         LECCIONES RÁPIDAS DE FRAY LUIS DE LEÓN


           En  estos días de cambios y falta de orientación suelo centrarme en los clásicos que amén de la belleza de su escritura, también nos dan sus lecciones morales a  poco  que nos adentrémos  en ellos. Es el caso de Fray Luis de León, castellano-manchego, natural de Belmonte (Cuenca).
           Es el pensador   que huye de ese mundo lleno de poder y vanidad. Es la voz interior que busca dentro de sí, lo que a su alrededor no halla. Frente a la vanidad, la opulencia, el dogmatismo, él nos descubre  su conciencia y su búsqueda interminable de la paz interna.
           Nos desvela la verdad más íntima, en la soledad que es " por donde han ido los  pocos sabios que en el mundo han sido". No es una soledad egoísta , sino la explicación apartada de lo banal, de lo inocuo, de lo innecesario.
           Desdeña el dinero, la sangre, las formas exteriores, tan de moda, y es que en el fondo, el hombre a través  del tiempo y de la historia no está, sino continuamente planteándose los mismos problemas, y casi siempre,también, encontrando las mismas soluciones..
            Y pide poco.
                                    "...tendido yo a la sombra esté cantando"; no es un afán de holganza sin sentido,sino una elevación del espíritu por  encima de lo material; un despreocuparse  licito de la materia.
            Y no olvidar ya nunca los sones  serenísimos de luz no usada, llenos de hermosura, a que lo eleva esa música íntima, esplendorosa, de su amigo  Salinas que lo sube, frente al ruido continuo y el atasco  diario de ruido cotidiano  que llena nuestras vidas.(Que recuerdo tan bello de esa música transportadora de Salinas en  visita a Salamanca, frente  a  la estatuaria del músico).
          Y no  hay recetas para vivir.
           El hombre por sí y en sí ha de buscar su luz interior  e intima que le va a enseñar  a vivir y no estar solo en la tierra.
            Son esas lecciones rápidas a vuela pluma, casi sin detención, que uno puede  encontrar en un clásico como Fray Luis de  León,  la voz no usada.