FIESTAS
No hay nada como acudir al diccionario para entender las palabras más usadas; descubres aspectos desconocidos que tenemos olvidados y que pertenecen a nuestro inconsciente colectivo.
Así me aparece con deslumbrante brillo la palabra fiesta : "Día del año eclesiástico de mayor solemnidad que otras, y en que los fieles tienen obligación de oír misa, de realizar obras santas y de abstenerse de trabajos serviles".
Terribles los conceptos encuadrados , nos enseñan algo desusado para los antiguos académicos y es que hoy poca gente acude al culto.
Pero no queda ahí eso, tenemos obligaciones en la tradición judeo-cristiana que se han venido abajo, "de realizar obras santas" y ¿cuáles eran estas?. A saber, tu discernimiento personal te ayudará y poco a poco, elevándote sobre el común de los mortales (me recuerda los escritos de los Santos Padres, venidos a menos).
Y lo último es un escándalo de difícil pronunciación: "Abstenerse de trabajos serviles".¿Y Cuáles son estos?: La política, el compadreo, el antiguo fondo de reptiles o ganar el pan con el sudor de tu frente.
Había quién analógicamente buscaba sentido a lo que no lo tenia, fiestas, días de fiesta, de alegría, de jolgorio y relajación, del latín nuestro de cada día.Cultura llena de latines y oraciones, hasta en el diccionario se nota.
Y podíamos añadir los sentimientos personales que nos hacen ir viviendo en cada día su fiesta particular, movible, como decía la Iglesia, que dependía de cuando se celebraba la Pascua. Yo siempre atesoré entre mis vivencias las témporas y el carnaval, tan lejanos y diferentes.
Y quien no fue criado en el color de la casulla, con los días de precepto fiestas de guardar, que respondían a modelos catequéticos, inexistentes ;había que celebrar y guardar aquellos días de fiesta , de pantalón limpio y baño en la palangana porque no había otra cosa.
Olvidarse del trabajo, el trabajo como maldición bíblica y hoy como gran derecho.¡Cómo cambian los tiempos, como cambian las concepciones de la vida!.
Anhelo supremo, estar de fiesta, no hacer nada y contento porque era lo que mandaba la iglesia.
Nunca pensé que aquellas cabañuelas veraniegas procedían de los antiguos hebreos que llamaban así a la fiesta de los Tabernáculos, de permanecer en el desierto tiempo y tiempo.
Fiesta como alegría, fiesta como regocijo, vestido nuevo, música, cohetes y colores.
Y siempre persiguiendo la alegría, no sé porque como objetivo, para que no se agüe, para que no se acabe y coronarla con un gran hecho que nos llenaba de alegría y grandeza al realizarlo.
Con el tiempo he ido descubriendo significados nuevos, como no estar nunca para fiestas, aunque hay un espléndido verso que nos salva:
"estar de fiesta, sueño de todos
y que sea fiesta permanentemente".
No obstante en nuestro tiempo creo que hay que olvidarse de fiestas para buscarnos a nosotros mismos.
Etiquetas: articulos
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio