poema
Cuando hago una pausa
el rumor de la aldea me envuelve
me transporta a los sonidos de la infancia.
Y aparecen en la memoria los paisajes, las armas
y bagajes construidos por mis manos, mi imaginación.
Aparecen las palabras iracundas, sonoras, falseadas
aprendidas por lucimiento y osadía.
Solo oigo hablar con cuchicheos
como sinfonías lejanas
escuchadas como nanas de señoras de avanzada edad.
Son sinfonías, sin quererlo,
construidas de recuerdos y de ruidos
canciones entrevistas
en ensoñaciones de tardes casi sin sol.
Vivo en este sueño de la aldea, de la infancia
donde solo se recuerdan los ecos del pasado
y la larga sinalefa de los sueños.
Etiquetas: mis poemas
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