RECUERDOS MÍNIMOS

     Quiero recordar los tiempos más lejanos de mi infancia, pero tengo muy mala memoria.Antes de los cinco ó seis años no recuerdo nada o casi, solo unas ráfagas de colores, atmósferas y lineas perdidas en el agua.
     Me llamo Paulino, y tenia algunos amigos que evoco vagamente como Rafael, al que llamábamos "calabozo", porque tenía una cabeza muy grande, era cabezón y su padre también se llamaba Rafael y era pintor. El cura del pueblo también lo recuerdo con un ramito de olivo en la mano, girándolo constantemente y diciendo que no podía hacer nada con aquellos mozalbetes.
     Y en la escuela Doña Dora, envolvente, maternal, y con el ábaco donde con aquellas bolas de colores me enseñaba a sumar.Siempre  pensé que Doña Dora era la mejor persona que yo había conocido. Era la madre, la maestra, el sueño, la tranquilidad en aquellos tiempos de ausencias y pérdidas.
     Me gustaba leer en aquella cartilla de dibujos y letras, el humo, la silla y tantas palabras pintadas y extrañas como xilófono, y poemas y canciones y decires que dona Dora me enseñaba y que formaban parte de la trastienda personal.Y luego al caer la tarde, ese frío intenso en Enero, con pantalones cortos y a jugar en la calle y pasar los días enfebrecidos de ternura y soledad y miedo a que se muriese mi madre y cierta pesadumbre que siempre me acompaña.
     Y mas tarde los poemas, y las lecciones urgentes para analfabetos, la "ele"  con las "a" y detrás cada uno ha ido escribiendo lo que ha podido: paz,paciencia, silencios nuevos, vida amplia, suavidad...
     La tristeza , como siempre,  en la distancia, el dolor y la nostalgia, esa especie de sentir en estos días de la infancia olvidada.