Poema sin número
La influencia de la luz
es necesaria
para poder repartir el optimismo.
Pasa todo
tan raudo, ¡tan veloz!
que no da tiempo a calcular
su estado.
Tu acento está sembrado
de luceros
de soles nuevos
de vivencias
que adelantan las penas en el viento.
A veces somos
sin quererlo
voces rotas
viejas, desgajadas
que solo saben
hablar de sus silencios.
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